Autor: Miguel Arraiz
Situación: Black Rock City, Neveda
Inspirado en los santuarios naturales primitivos e influenciado por la arquitectura barroca, el Temple of the Deep del Burning Man combina lo ancestral y lo simbólico. Su forma fragmentada representa el proceso de sanación emocional, mostrando que en las cicatrices y la imperfección reside la verdadera fuerza. Con siete entradas que representan etapas del duelo, su diseño invita al visitante a recorrer de forma introspectiva el espacio interior en donde los participantes depositan ofrendas y recuerdos de seres queridos que han perdido durante el último año. Al final del festival, la quema del templo se convierte en un acto colectivo de liberación y renovación.